reencuentro



¡Mi precioso regalo! Muchas veces dudé de que llegaría este momento, me faltaba el aliento y desesperaba pensando que nunca podría hacerlo. Sin embargo, en mi debilidad, Dios ha hecho otro maravilloso ejercicio de virtuosismo en contra de los elementos naturales y me ha permitido empezar a trabajar en Barcelona. ¡Sí, estoy trabajando en una nueva empresa aquí en Barcelona! En plena crisis mundial donde la gente se tiene que conformar con lo peor Dios quiso que tubiese dos trabajos para elegir el martes pasado, ¿no es increible?. ¡¡Ahora voy a comprar una sillita para que podamos ir juntos en el coche que me ha regalado mi hermano!! Estoy tan emocionado, todo el mundo se ha vuelto de color y las mariposas rebolotean a mi alrededor. Espero con impaciencia el fin de semana que viene para poder verte otra vez. Espero que tu madre nos deje ir al Zoo otra vez, seguramente iremos con la tieta Elisabeth -casi no la conoces aún, pero te encantará conocerla. El domingo llamaremos a la tieta Marina también para ver si puedes ver a la cousina Paula ¿vale? Ahora estoy tranquilo porque sé que si me necesitas yo estaré cerca de ti. Le pido al Señor que nada nos vuelva a separar, te quiero mi vida. Tu papá.

Comentarios