Eco


Mi pequeña,

Hace dos fines de semana estubimos aquí juntos otra vez. Nos quedamos en Caldes de Montbui de nuevo porque tú sigues prefiriendo venir a casa a ver tus juguetes, jugar con el conillet y con Marc -tu nuevo amiguito.

La noche del sábado fuimos como siempre a dar un paseo. Las primeras veces yo creía que te llevaba engañada pero ya me has confirmado dos veces que sabes perfectamente que es un paseo para buscar al sueño más facilmente.

Antes de buscar al sueño te llevé a un sitio que te gusta mucho. Está encima de una colina desde donde se oye el eco. No se oye muy alto pero está cerca de casa y el paisaje está iluminado por las luces de las casas. Fue muy bonito para los dos la verdad.

Me preguntaste si quería casarme contigo mirándome desde abajo, con una enorme sonrisa, y se me rompió el corazón pensando que definitivamente no podría hacer cualquier cosa por ti. Lo que sí espero poder hacer por ti es estar a tu lado hasta que encuentres a alguien con quien sí te merezca la pena casarte ¿vale?

El lunes pasado mi abogada mandó la demanda de custodia compartida a los juzgados de Granollers. Ahora sólo podemos esperar. Contiene historias horribles que durante estos cuatro años he pretendido mantener ocultas por ti, por tu bien, pero que finalmente han tenido que salir para poder proteger nuestra relación. Espero que puedas perdonarme ya que al final no he conseguido ni una cosa ni otra, ni estar contigo durante tus cuatro primeros años, ni mantener esas historias ocultas.

Me tranquiliza que a veces me da la impresión de que comprendes todo lo que no puedo decirte con palabras. 

Te quiere,
Papá

Comentarios