Querida Érika,
Acabo de dejarte en casa de tu madre. Estabas llorando mucho, casi no nos hemos podido despedir y no te he podido ayudar. He tenido que arrancarte de mis brazos, para entregarte a los suyos, como tantas otras veces en el pasado. Pueedo imaginar lo traicionada que te debes sentir en esos momentos.
Tu madre dice que no podremos ir mañana a ver a los animales tal y como lo habiamos planeado. Habiamos quedado con otros siete u ocho niños de tu edad para ir a la granja escuela de Navàs pero tu madre ha cambiado de opinión y no podremos ir. Sin embargo delante de los dos ella te decía al oido que mañana no podremos ir porque yo no quiero. Que el Señor la perdone.
Como ves han pasado unos 6 meses desde el convenio amistoso que hicimos y ella ha vuelto a apoderarse del derecho exclusivo de poner y quitar horas de nuestro tiempo juntos. El miedo a perder la mitad de la custodia le pesa demasiado y ha decidido tomar las desiones sin tenerlo en cuenta. Creo que ha llegado el momento en el que tendré que luchar por ti a nivel legal. Ella me ha dicho que haga lo que tenga que hacer, que no quiere ceder más, y trata de quedarse tranquila pensando que no podré por falta de dinero.
Quiero contarte todo esto porque va a ser muy difícil. Es posible que nos podamos ver muy poco durante un tiempo. Los psicólogos te preguntarán cosas, alguna gente te dirá cosas que no son verdad y otras no sabrás si creerlas aunque lo sean, dudarás de si debes decir una cosa u otra, pero veo signos en ti que me hacen tener miedo a algo peor a largo plazo.
A veces te quedas muy triste y callada hasta que me preguntas algo sobre nosotros. Nunca quieres volver con tu madre cuando llega la hora y el otro día me dijiste que ella te trata mal. Me sigues diciendo que ella siempre está enfadada. Eso, por otro lado, me lo ha confirmado ella misma, aunque lo justifica con su embarazo. Me has dicho que solo te pega en el culo pero creo que es peor ver el miedo que te entra cuando se cae algo en la mesa o al suelo por ejemplo. En esos momentos me miras rapidamente a la cara y sonries sorprendida de que no me enfade. En tus juegos con los muñecos se repiten cada vez más historias donde unos muñecos castigan y encierran a otros.
A pesar de que conmigo eres muy agradecida, noble y obediente tu madre se queja mucho de ti, diciendo que con ella mientes mucho y que no quieres hacer las cosas que te pide. La verdad es que estos 6 meses he podido ver dos escenas entre tu madre y tú que me hacen imaginar lo que ocurre realmente dentro de la casa. Creo que tu madre te da tantas órdenes y con tanta gravedad que es difícil que finalmente algunas situaciones acaben en pelea. Como padre todo eso me preocupa y me gustaría darte la alternativa que me pides cada vez que estamos juntos, la posibilidad de estar más tiempo juntos, de darte la paz que yo mismo no pude encontra a su lado, de hacerte sentir protegida también en los brazos de tu padre al menos 15 días... porque ahora yo no puedo asegurar tu protección ni siquiera una horas.
Siento no haber podido hacerlo de otra forma. Dios sabe que lo he intentado y creo que es Él mismo el que me está empujando a que de el siguiente paso.
Te quiere, tu papá
Acabo de dejarte en casa de tu madre. Estabas llorando mucho, casi no nos hemos podido despedir y no te he podido ayudar. He tenido que arrancarte de mis brazos, para entregarte a los suyos, como tantas otras veces en el pasado. Pueedo imaginar lo traicionada que te debes sentir en esos momentos.
Tu madre dice que no podremos ir mañana a ver a los animales tal y como lo habiamos planeado. Habiamos quedado con otros siete u ocho niños de tu edad para ir a la granja escuela de Navàs pero tu madre ha cambiado de opinión y no podremos ir. Sin embargo delante de los dos ella te decía al oido que mañana no podremos ir porque yo no quiero. Que el Señor la perdone.
Como ves han pasado unos 6 meses desde el convenio amistoso que hicimos y ella ha vuelto a apoderarse del derecho exclusivo de poner y quitar horas de nuestro tiempo juntos. El miedo a perder la mitad de la custodia le pesa demasiado y ha decidido tomar las desiones sin tenerlo en cuenta. Creo que ha llegado el momento en el que tendré que luchar por ti a nivel legal. Ella me ha dicho que haga lo que tenga que hacer, que no quiere ceder más, y trata de quedarse tranquila pensando que no podré por falta de dinero.
Quiero contarte todo esto porque va a ser muy difícil. Es posible que nos podamos ver muy poco durante un tiempo. Los psicólogos te preguntarán cosas, alguna gente te dirá cosas que no son verdad y otras no sabrás si creerlas aunque lo sean, dudarás de si debes decir una cosa u otra, pero veo signos en ti que me hacen tener miedo a algo peor a largo plazo.
A veces te quedas muy triste y callada hasta que me preguntas algo sobre nosotros. Nunca quieres volver con tu madre cuando llega la hora y el otro día me dijiste que ella te trata mal. Me sigues diciendo que ella siempre está enfadada. Eso, por otro lado, me lo ha confirmado ella misma, aunque lo justifica con su embarazo. Me has dicho que solo te pega en el culo pero creo que es peor ver el miedo que te entra cuando se cae algo en la mesa o al suelo por ejemplo. En esos momentos me miras rapidamente a la cara y sonries sorprendida de que no me enfade. En tus juegos con los muñecos se repiten cada vez más historias donde unos muñecos castigan y encierran a otros.
A pesar de que conmigo eres muy agradecida, noble y obediente tu madre se queja mucho de ti, diciendo que con ella mientes mucho y que no quieres hacer las cosas que te pide. La verdad es que estos 6 meses he podido ver dos escenas entre tu madre y tú que me hacen imaginar lo que ocurre realmente dentro de la casa. Creo que tu madre te da tantas órdenes y con tanta gravedad que es difícil que finalmente algunas situaciones acaben en pelea. Como padre todo eso me preocupa y me gustaría darte la alternativa que me pides cada vez que estamos juntos, la posibilidad de estar más tiempo juntos, de darte la paz que yo mismo no pude encontra a su lado, de hacerte sentir protegida también en los brazos de tu padre al menos 15 días... porque ahora yo no puedo asegurar tu protección ni siquiera una horas.
Siento no haber podido hacerlo de otra forma. Dios sabe que lo he intentado y creo que es Él mismo el que me está empujando a que de el siguiente paso.
Te quiere, tu papá
Comentarios
Publicar un comentario