Querida pequeña,
Hace mucho tiempo que no te escribo aquí. Quiero que sepas que no es porque no me acuerdo, sino porque estoy inmerso en una maraña de decisiones que se cruzan y no quiero desvelar nada que luego no merezca ser recordado. Quiero que sepas que contraté una abogada para que me ayudara a estar más tiempo contigo. Teniamos una posibilidad incluso de pedir la custodia compartida pero por dos razones de peso vamos a intentar hacerlo de otra forma. Tu madre me ha pedido perdón por todos estos años en los que se ha aprovechado de su custodia y me ha pedido que empecemos desde cero con un plan más flexible y diseñado para tu propio bien. Ella te quiere mucho aunque no siempre sepa hacer las cosas de la mejor forma. Yo no puedo negarme a eso así que lo primero que he hecho ha sido buscar piso allí en Caldes de Montbui. Para mi será difícil vivir tan lejos de mi trabajo pero tu madre me ha prometido que de esa forma podré verte más. También me hace ilusión que algún día, cuando crezcas, puedas venir a verme, quizás al salir del colegio, quizás un domingo por la mañana. La semana pasada dormimos juntos al fin, algo que no haciamos desde que tenías 6 meses, a las 6 de la mañana ya querías ponerte a jugar otra vez. A media mañana fuimos a ver algunos pisos y el que más me gustaba a mi a ti te dió mucho miedo, seguramente por la escalera de caracol que unía las cuatro plantas. ¡Parecía la casa del Fantastico Sr. Fox!. Estoy seguro de que cuando busques tu primer piso te gustará también tener un piso como ese. En su lugar, para evitar que tengas miedo, he alquilado un piso más normal, quizás es feo, pero déjame que lo llene con todos tus juguetes y verás... ¡Tendrás tu propio cuarto! ¿Qué nervios tengo! El tren se vuelve a mover, y coge más velocidad que nunca...
Un besito de tu padre, que te quiere con locura,
Papá
Comentarios
Publicar un comentario