¡Más adentro, más adentro!



Querida Érika,

Ayer pudimos estar juntos de 12 a 21:30... es todo un record de horas que aprovechamos para ir a la playa y para venir aquí -a tu segunda casa. En la playa demostraste tenerle poco miedo al agua, gritando aquello de "¡más adentro, más adentro!"... Al mismo tiempo vigilas con atención qué cosas considero peligrosas para no hacerlas, lo que me hace estar más tranquilo. ¿Sabes? Voy muy orgulloso a tu lado disfrutando del aprecio que se refleja en las caras de las personas cuándo te ven; aunque no sé muy bien qué hacer cuando destacas en voz alta el pelo o los pechos de algunas de ellas. Te divierte mucho alertar acerca de qué color está el semáforo y disfrutaste mucho descubriendo una modalidad de semáforo que incluye una figura grande y una pequeña que tú identificaste rápidamente con "Érika y papá". En casa pudiste jugar un rato en una bañera llena de animalitos de plástico y subirte en tu nueva cama lila-¡que podrás estrenar dentro de unos meses, si Dios me lo permite, cuando cumplas 3 años!. Cuando hemos hablado de esto me has dicho que te hace ilusión, aunque estoy seguro de que cuando llegue el día habrás olvidado que también dormías cerca de papá, y lo bien que nos lo pasábamos, y quizás eches de menos la cercanía de tu madre. Espero poder ayudarte en todo también ese día, mi amor y que, por encima de todo, entiendas que todos te queremos mucho y te deseamos lo mejor.

Un beso enorme,
Papá.

Comentarios