La casita del parque



¡Querida Érika! El sábado estubiste con la abuela Isabel y conmigo casi todo el día, no nos dió tiempo de hacer casi nada especial, pero algo sí que hiciste: ¡estubiste con la sonrisa puesta todo el día!. Te fuí a recoger a la cama por la mañana y después de la siesta... Sigues haciendo muchos progresos en natación, tu madre me cuenta que tu profesora está también impresinoada de ver cómo -a pesar de tener un año menos que los demás- ya quieres pasar de nivel. Corres como una gacela y te retuerces como un lebiatán cuando no quieres hacer algo. Me encanta tenerte entre mis brazos y a ti también te gusta cuando te subo a las alturas, y así puedes tocar las ramas de los árboles. Tienes unos zapatos muy chulos, que te encantan, y se encienden en forma de pequeñas lucecitas cuando se rozan con algo. Cuando veas esta foto quizás ya no existe la casita y no puedas recordarla, pero por si acaso, te puedo decir que estás en la casita del parque que hay en frente de la estación de autobuses de Caldes de Montbui. Estás llena de vida y doy muchas gracias a Dios por ello. En la foto llevas un peinado que me recuerda mucho al que yo tenía cuando era pequeño.... no al que tengo ahora, claro, que te llama mucho la atención, y a menudo te refieres a él como "papa no pelo", jaja Ya es suficiente con que lo tengas tú, ¡te queda muy bien! Un beso enorme de tu padre.


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