nada en este mundo



Mi querida hija. Este fin de semana no hemos podido estar juntos como habiamos planeado... ¡pero te guardo el regalo que te había comprado para cuando nos podamos ver! Puedes imaginar que tu madre no siempre estubo tan enfadada conmigo como lo está ahora. No hace tanto tiempo que lo pasábamos muy bien los tres. Te puedo asegurar que como en cualquier otra relación había cosas agradables y cosas desagradables. No obstante, como aprenderás por ti misma, para poder mantener una relación es necesario saber agradecer y perdonar. Agradecer las cosas buenas y perdonar las cosas malas: las dos cosas son quizás igual de importantes. Si no la relación se va deteriorando y llega un punto en el que no es posible continuar con ella. Espero que a pesar de todo lo que está pasando entre tu madre y yo podamos enseñarte a amar de esa otra manera... porque de esto no debe caberte nunca ninguna duda: los dos te queremos como a nada en este mundo. Un abrazo enorme, papá.

Comentarios