Cmentarza Żydowskiego
Esta historia me recuerda también a tu madre, a tu padre y a ti y a lo muy deseado que fue tu nacimiento -a la pequeña "creación", por decirlo de alguna forma, de tu vida. Porque fuiste muy deseada desde que tu madre y tu padre empezaron a salir juntos. Te he subido una foto de aquel agosto del 2006 en Polonía donde tu madre y tu padre -cansados de estar solos- comenzaron a buscarte aunque todavía no sabian tu nombre ni tampoco lo especial que ibas a ser. No fue como planearon porque como ya sabes tú, naciste casi 3 años después, el 22 de enero de 2009 en Sevilla a las 22:25, cuando aparentemente las circunstancias eran más seguras para ti. Tendrías que haber visto lo nerviosos y patosos que estaban tus padres cuando te vieron al fin, después de 9 meses notando tus movimientos e imaginándote. Debo decir que fuiste un bebé excepcionalmente bueno desde el principio y que no me arrepiento de haber participado en la parte que me correspondió al darte vida. Durante el embarazo muchas veces tu madre y yo hablábamos de lo maravilloso, difícil, complejo y fantástico que es eso milagro de que una persona como tu pueda lograr la vida y crecer siendo en realidad las personas, los padres o los médicos, tan poco protagonistas en todo ese desarrollo. A pesar de que nos desviviamos por hacerlo todo bien sabiamos en el fondo que la mayor parte de tu crecimiento, ya fuese para bien o fuese para mal, no dependía de nosotros y eso nos maravillaba. Y eso también es algo que esta historia tiene en común con la historia de Adan y Eva. Adan y Eva no se crean a si mismos, no se crean solos, sino que son creados por fuerzas muy superiores, ajenas a si mismos y paradójicamente al mismo tiempo muy cercanas.
Comentarios
Publicar un comentario